Las autoridades competentes han procedido a investigar las causas, además, han adoptado las medidas oportunas de control y saneamiento, aplicando los protocolos de sanidad animal. En un radio de 10 km se está realizando vigilancia epidemiológica con varios muestreos para evitar que se extienda, incluso se está analizando el agua. Aragón, siempre a la altura de las circunstancias, ha intensificado el seguimiento como medida preventiva.
El riesgo de contagio al ser humano es bajo, pero la industria avícola puede verse afectada si no se detiene a tiempo, dado que la gallina y el pollo tienen una gran demanda en el mercado. Por su parte, los avicultores han extremado las precauciones desinfectando la ropa, el calzado y los vehículos antes de entrar a las granjas. Por cierto, se les ha comunicado que no se permite la cría al aire libre.
El origen del foco se está estudiando. Una primera hipótesis apunta a los aerosoles como medio de transmisión, pero es más probable que haya sido a través del estiércol o los residuos de la explotación. De momento hay compás de espera, todo está en el aire.